Hace un par de meses que debí escribir esta entrada, por mi 15º aniversario en el mundo runner, pero escribí en su lugar otra
entrada, que coincidían más o menos en el tiempo. Considero mi historia en el mundo del atletismo el 22 de octubre de 1996, día en el que firme la licencia federativa con el Club Boadilla, todo lo que corrí antes (más bien poco) es prehistoria atlética. Me acuerdo, porque dos días después cumplí 20. Me apunté con uno de mis mejores amigos, Eduardo.
Ese mismo día, nos dijo la entrenadora, Mari Carmen, que nos pusieramos a rodar 20 minutos. No entendíamos de tecnicismos y ni siquiera sabíamos que era eso de rodar, cuando acabamos preguntamos: -"¿y ahora que hacemos?". Nos contestó: - "Rodar otros 20 minutos". Y le respondí a mi amigo, algo así como, menuda paliza. Pero estábamos muy ilusionados y aguantamos y empezamos a entrenar con ella en Vallehermoso. Lo cierto es que nos faltaba bastante fondo sobre todo a mi amigo, aunque el se hizo cuatrocentista, con lo que a mi me hacía más falta.
Al poco corrí mi primera carrera como federado, (segunda de mi vida, la primera fue la del récord del mundo de participación, unos 75.000 inscritos) fue el cross de Suanzes en el parque la 5ª de los Molinos, de algo menos de 5km de distancia. Luego vino mi primer 1500 en 4:58, el siguiente en 4:57, un 800 en 2:21 con el primer 400 en 1:02 y petada en el 2º en 1:19, jamás he vuelto a pasar tan rápido un 400 en un 800.
Ya en 1997 comencé la mili, (soy de los últimos hombres que quedan :P) y muchas mañanas en el período de instrucción (Cáceres) salíamos a correr toda la compañía. Esto me parecía poco y decidí también entrenar por mi cuenta por las tardes en una pista de 300 metros, mientras mis colegas se entretenían por ahí. Como entrenaba solo y encima se ponían a fumar porros junto a la pista e inhalaba el olor pues dejé de doblar y solo corría cuando lo hacía la compañía. Iba siempre tirando, para poder entrenar más fuerte. Pero no fue suficiente, ya que competí en Madrid en un milqui y realicé la peor marca de mi vida 5:08 (creo que ahora no la conseguiría) y me sentí bastante frustrado y cabizbajo (ahora solo le doy su justa importancia).
Terminé el resto de la mili en Madrid, con lo que volví a entrenarme en Vallehermoso con gente y pude rebajar mi marca en miqui en 11 segundos dejándola en 4:46, la mayor rebaja que he obtenido en esta prueba y el 800 lo dejé en 2:18.
El siguiente año no mejoré en 1500, competí poco, coincidió en que me marché pronto en verano a Inglaterra para estudiar inglés y trabajar, pero si mejoré en 800 (2:18) unas centimillas.
En Inglaterra conocí a otro corredor madrileño que corría maratón, Javier. Hizo que me empezara a picar un poco el gusanillo del fondo, aunque desde el principio ya corría carreras de 10 km.
En invierno me lesioné. Gracias a estar federado pude recuperarme en una clínica (Esto me ha quedado como si hubiese sido yonki, jejeje).
En el verano (1999) mejoré en 1500 poco a poco hasta dejarlo en 4:40 y el 800 lo rebajé hasta 2:16.
En invierno, nos deja la entrenadora por estar ocupada con otras labores federativas de la FAM y Eduardo y yo pasamos a entrenarnos solos. Metíamos muchas series de velocidad, incluso series de 50 metros. Los entrenamientos de cuestas eran de los entrenamientos más duros que recuerdo. Pocas series, unas 4, cuestas con bastante pendiente, a tope y con muy poca recuperación.
En noviembre decidí correr mi primera media, ni más ni menos que debutaba en una media de montaña, la 1ª edición de la media de montaña Villa de Jarandilla. Iba con miedo por la distancia y porque no era precisamente llana. Fui con mi amigo hasta el km 18, pero me encontraba muy bien y decidí tirar(el primer año la parte final, es la que se hace ahora al principio, meterte y sacarte del pueblo con sube y bajas y encima con un pequeño tramo de escaleras). La terminé en 1h39', años más tarde la llegué a correr en 1h25:50. Meses después corrí la de Fuencarral en 1h31 y luego la de Coslada en 1h28 y en abril el Mapoma, que preparé malamente, no hubo tiradas de más de una hora y menos mal que corrí en Coslada. Otra vez con miedo a la distancia, salí muy prudente con mi amigo Javier, pasamos la media en 1h50. Hacia el treinta y algo, decidí tirar, en el 35 estaba como una rosa, sobre el 38 o 39 me adelantó Javier, en el 40 batacazo, tuve que pararme a caminar, quería ponerme a correr pero no podía, hasta que vi la meta y me arrastré hasta ella en 3h37. No ha habido más maratones. Hay que meterse muchos km y sabéis que eso no es lo mío. A las 3 semanas gané mi primera popular. Una pequeña carrera de barrio, sobre 4km.
A las 2 semanas rebajo la marca de 800 hasta 2:14 y en verano bajo por primera vez de 4:40 en 1500.
En 2001, Mari Carmen nos indica que pasemos a entrenarnos con Juan Manuel Riaza, especialista en el 3000 obstáculos. Somos un pequeño grupo de atletas, un saltador, tres velocistas y dos mediofondistas (incluido yo, aunque solía faltar casi siempre el otro). Rebajo mi marca de milqui en verano
En 2002, 2003, 2004, son mis años dorados del atletismo, jejeje. Prácticamente carrera que corría, carrera que mejoraba mi marca personal, fuera la distancia que fuera. No he vuelto a bajar ninguna desde entonces.
De 2005 a 2007 estuve en Inglaterra y bajé mucho el nivel (ojalá tuviera el mismo ahora). Cabe destacar un 10.000 m que hice entrenando en el 2007 en 38:43 en pista, acelerando en las rectas y recuperando en las curvas. Al poco regresé a Madrid y me lesioné, perdí el verano. Pero en noviembre corrí en Canillejas en un minuto menos que en aquel entrenamiento.
En el 2008 bajé mucho el nivel y en el 2009 lo iba recuperando poco a poco, pero en 2010 nació Teresa y al retomar los entrenamientos, tenía molestias por culpa del
varicocele, estuve casi un año sin correr y aumenté de peso de 57 a 66. Ahora he conseguido rebajarlo por debajo de 61 kg.
Veo difícil, casi imposible rebajar mi marcas de antaño, ya que dispongo de menos tiempo que antes, no tengo la misma motivación, entreno solo. Pero tengo nuevos retos, soy veterano y tengo nuevas marcas, las de master, que estas son más fáciles de rebajar.
Si alguien me pregunta, ¿por qué corres? Mi respuesta siempre ha sido, porque me encanta competir. Competir contra mi mismo. No concibo entrenar si no es para competir, aunque solo sea haciendo test en determinadas distancias.